Remedios caseros naturales para la congestión bronquial
La congestión bronquial puede ser fácilmente contrarrestada mediante el uso de ciertas hierbas de fácil acceso y otros remedios caseros que aceleran el proceso de curación y alivian el malestar. A continuación se presentan algunos remedios caseros utilizados para la congestión bronquial.
Té: Las múltiples ventajas del té como un remedio para el frío y la congestión bronquial. El té puede ser infundido con otras hierbas que alivian la congestión y es en un gran tónico herbario.
Angélica: Esta hierba es cálida y estimulante para los pulmones. Es eficaz en el tratamiento de la gripe y los resfriados, y también alivia la congestión.
Anís: El anís es una hierba usada para tratar la gripe, sinusitis y otras enfermedades respiratorias. El aceite de anís esencial contiene creosol, que ayuda a aflojar las secreciones bronquiales. El aceite de anís puede difundirse para ayudar a la respiración en caso de frío o puede ser utilizado en masajes para aliviar la congestión del pecho. El anís es un expectorante con propiedades antisépticas. Por lo tanto, el anís ayuda a matar los gérmenes y limpiar los pulmones de la congestión. Es comúnmente usado en la fabricación de jarabes para la tos y pastillas para calmar la garganta.
Pimienta de Cayena: Es altamente efectivos para adelgazar las secreciones mucosas responsables de la congestión. Además, la pimienta tiene fuertes propiedades antioxidantes, que estimula el sistema inmunológico.
Eucalipto: El eucalipto es un descongestionante eficaz y facilita la apertura de las vías respiratorias obstruidas. Es un componente importante de muchos roces fríos y bálsamos, y también alivia el dolor del cuerpo frío asociado con esta enfermedad.
Hisopo: El marrubin fitoquímico que está presente en esta hierba alivia la congestión. Otros compuestos presentes en el hisopo, tales como diosmina y ácido ursólico, alivian la inflamación.
Café: El café contiene la teobromina y teofilina estimulantes, que amplían las vías respiratorias y previene los broncoespasmos. También acelera el ritmo cardíaco y aumenta el flujo sanguíneo, lo que lleva a una recuperación más rápida.
Bayas de enebro se consideran un excelente tratamiento para los resfriados, la tos y la flema, generalmente se toman en forma de inhalaciones de vapor.
Perejil: El perejil inhibe la liberación de histamina en el cuerpo y se utiliza tradicionalmente para curar la tos.
Menta: La inhalación de aceite de menta facilita la respiración cuando está congestionado y también se puede utilizar en té para proporcionar un alivio rápido de los síntomas del resfriado.
Raíces de pleuresía: Ayudan a la respiración y suprimen la inflamación de los pulmones, por lo que es altamente eficaz para curar resfriados crónicos, congestión y molestias en el pecho.
Ajo, cebolla, y chalotes: Estos vegetales contienen quercetina y mostaza, que inhiben la enzima lipooxigenasa, que es responsable de la liberación de sustancias químicas inflamatorias y alivia la congestión.
Manzanilla y Saúco: Las flores de manzanilla y aceite esencial o las flores y la corteza de las plantas de saúco son utilizados en inhalaciones de vapor para aliviar la congestión nasal y de pecho.
Jengibre y Eucalipto: El libro Aromaterapia enumera los muchos beneficios del jengibre en la curación de la amigdalitis y dolor de garganta. El jengibre puede ser infundido con miel o elaborada con té para cosechar estos beneficios saludables.
Mirra: El aceite de mirra es beneficioso en la curación de diversas condiciones de los bronquios y también se utiliza como incienso.
Alcanfor: Se forma un componente importante de muchos bálsamos y se frota para el tratamiento de los síntomas del resfriado. Es anti-inflamatorio y alivia muchos dolores que están asociados con la congestión.
Canela: Se calienta el cuerpo y cura los dolores de garganta. La canela se utiliza generalmente en forma de polvo o su aceite esencial se inhala en ocasiones para proporcionar alivio.